lunes, 20 de junio de 2011

Miles recuerdan a los padres que murieron en la narcoguerra

Hoy se celebra el tradicional
Día del Padre, y hoy en miles de hogares sentirán la pena porque el padre de familia está muerto, tal vez lo mataron en unenfrentamiento, o fue víctima de fuego cruzado, probablemente era policía y lo ejecutaron, hay miles de historias que se tiñen de negro hoy domingo. Miles de niños y jóvenes han quedado huérfanos por la narcoguerra, algunos recordarán a su padre con cariño, otros prefieren no recordar quién fue ese hombre que les dio la vida.

Mediante correo electrónico llegó a Blog del Narco una carta, en donde un joven llamado Alejandro cuenta parte de su historia, y además narra como fue la relación con su padre, quien murió hace un par de años.

Texto integro de la carta:

"Yo no puedo decir que mi padre sea el mejor del mundo, porque ya ni vivo está. Hace dos años lo ejecutaron eso cuando yo tenía 19. Supongo que todos los hijos dicen que su papá es o fue el mejor del mundo se supone que deben ser héroes, es fácil hablar mal de las personas cuando están muertas pero no es que hable mal del hombre que me dio la vida, nada más quiero expresar lo que en verdad siento. No es sencillo, no lo es, empiezo diciendo que ahora ya soy padre, tengo una niña de 1 año y 4 meses, no soy el mejor padre del mundo, ni intento serlo pero solo quiero que mi hija un día pueda sentirse orgullosa de mi, se que cometo errores y que nadie nos enseña a ser papás solo que con el tiempo uno debe aprender y madurar. Mi padre se separó de mi mamá cuando yo tenía seis años, nos dejó a mis hermanas y a mí, claro nos mandaba dinero, más de lo suficiente. Él se fue lejos de aquí, hizo su vida, nosotros lo veíamos una vez al año si bien nos iba, cuando llegábamos a visitarlo nos trataba de lujo pero no podíamos salir a pasear con él, quien nos paseaba por la ciudad era su nueva mujer, ella era amable pero curiosa, siempre se estaba cuidando de todo y de todos, eso sí nos tenía mucha paciencia y nos compraba hasta lo que no pedíamos, a nuestro papá lo veíamos a ratos, era un hombre muy ocupado y dos semanas al año no eran suficiente para nosotros, pero era lo que teníamos y nos teníamos que aguantar. Mis hermanas lo adoraban, yo no, yo no le podía perdonar haber dejado a mi mamá que es una mujer trabajadora y más responsable que cualquier persona que conozco. Aunque no veíamos mucho a mi papá, él nos llamaba mínimo dos veces por semana, a mi no me gustaba hablar mucho con él, porque me quería tratar como un adulto cuando yo todavía era un niño, me hablaba de cosas que yo ni le entendía, y cuando me obligaban a contestarle el teléfono cada vez que colgaba sentía algo parecido a la frustración y coraje, ahora sé que era frustración y coraje. Pasaron los años y cuando yo tenía 14 las cosas cambiaron, yo no sabía quien era mi padre, hasta que una tarde estábamos mi madre, una de mis hermanas y yo en la cocina de la casa, tocaron la puerta, era mi padre, estaba huyendo, era lugarteniente de un famoso capo y había cometido un error, si no se escapaba lo mataban. Mi padre se quedó con nosotros 5 meses, de las experiencias más horribles de mi vida, después se fue cuando agarraron a su jefe, él ya era libre y pretendía volver a empezar. Yo tenía pena con él y le reclamé a mi madre por permitir que se quedara tanto tiempo, solo nos puso en peligro y ahora las cosas ya no iban a ser igual para nadie. Cuando yo tenía 16 mi padre ya se había encarrilado con un grupo contra de su ex patrón, tenía buena posición y hasta le iba mejor que antes, en esos tiempos mi hermana mayor se llevaba muy mal con mi mamá, así que decidió irse con mi padre, yo siempre pensé que fue por interés, claro que mi madre hasta el día de hoy sigue sufriendo por ella. Hace dos años recuerdo que estaba en la sala de mi casa, tenía un examen muy difícil y estaba estudiando pero me interrumpió el timbre del teléfono, contesté y enseguida le pasé la llamada a mi mamá, estaba durmiendo y la desperté, nunca se me va a olvidar y por eso digo que mi padre no supo ser un buen padre al solapar que mi hermana se fuera con él, sabía perfectamente que ella corría peligro. A mi madre le avisaron que en Guadalajara había ocurrido un tiroteo, mataron a mi papá y a mi hermana, cuando murió ella también estaba armada. Mi padre le permitió entrar al negocio del narcotráfico pero un buen papá no hace eso, y ahora no me duele la muerte de él, me duele la muerte de mi hermana y el dolor que diariamente siente mi madre por la pena. Yo jamás dejaría que mi hija estuviera en peligro, jamás".

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