El “Chepo” de la Torre bien podría comenzar a considerar a Aldo de Nigris como un amuleto. El pase a la Final de la Copa Oro que esta noche consiguió la Selección Mexicana al derrotar 2-0 a su similar de Honduras llegó gracias a que el delantero de Rayados logró abrir el marcador, después de 94 minutos de intentos fallidos.
Fue el juego más complejo para el Tri en el torneo y donde más ha destacado su concentración, pero sobre todo su paciencia para intentar generar jugadas de gol y no caer en desconcentraciones que permitieran al enemigo anotar.
Fue la quinta ocasión en el torneo en la que Aldo entró de cambio y la cuarta en la que anotó. Y es que sólo hasta que De Nigris abrió el marcador, ya en tiempos extra, fue que México pudo tener la claridad de otros encuentros. Tarde, pero justo a tiempo para conseguir su boleto rumbo a Pasadena, donde el próximo sábado enfrentará a la Selección de Estados Unidos.
Entonces llegó la claridad para Javier Hernández, quien también en el primer tiempo extra puso el 2-0 al empujar el esférico con la rodilla derecha -con su gol el "Chicharito igualó a Borguetti como el segundo mejor goleador mexicano en Copa Oro con siete goles-. Ambos jugadores tuvieron singulares festejos, el más claro y explícito fue el del “Chicharito”, quien con un abrir y cerrar de dedos, respondió al Diario Diez que no le tuvo miedo a Honduras, como publicó este día en su portada.
El festejo no tan claro de entender, fue el de Aldo, quien muy probablemente tiene un pasado taekwondoin, porque después de su remate de cabeza, corrió al banderín del tiro de esquina para propinarle una patada voladora.
Aunque finalmente CONCACAF permitió al Tri integrar a cinco jugadores que sustituirían las bajas por dopaje, el “Chepo” no intentó innovar, sino que mantuvo su once titular y el estilo de juego.
La estrategia de los hondureños para este partido estuvo muy cerca de resultarle a Luis Fernando Suárez. Los catrachos echaron mano de su potencial físico y apostaron también por los trazos largos en contragolpe, para agarra mal parados a los mexicanos, cosa que nunca ocurrió.
Obvio las fuertes entradas no podían faltar. Una marca ruda y pegadita de Osman Chávez al “Chícharo” fue parte del plan. Lo mismo que hizo el otro central, Víctor Bernardez.
Quien tuvo que cambiar su estrategia a medio trámite del juego fue el “Chepo” de la Torre, en gran medida porque sus volantes, Guardado y Barrera no anduvieron tan precisos como en otros duelos. Prácticamente cambió todo su costado izquierdo pero fue únicamente el “Principito” quien dejó su lugar a Algo. El cambió tardó en dar dividendos pero terminó resultando.
La concentración del Tri, ésa que hoy los puso en la Final de la Copa Oro se percibió desde la portería, porque cuando Alfredo Talavera fue requerido, estuvo preciso para rechazar el peligro.
Y es que el partido bien pudo definirse en los últimos minutos del juego. Primero con un mano a mano de Giovani dos Santos, que al 88 echó el balón por un costado. Después Honduras tuvo la suya. Fue un disparo de Roger Espinoza el que puso de pie a todo el estadio, pero ahí estuvo Talavera y su guante derecho para desviar el potente disparo.
Toda la tensión que se vivió durante 90 minutos se acabó en los tiempos extra, en gran medida gracias al taekwondoín De Nigris que regresó la confianza al equipo mexicano y los puso en la Final de la Copa de Oro 2011.
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